En 1980 el primer Convenio colectivo estatal del personal de administración y servicios laboral de las universidades públicas estableció siete grupos profesionales. En el tercer Convenio de 1990 se redujeron a seis grupos de una forma rápida. Y en el primer Convenio de las universidades canarias, en el año 2000, también fue sencillo dejarlo en solo cinco grupos e, incluso, los sindicatos y las gerencias se permitieron la previsión de añadir una Disposición Transitoria para que solo fueran cuatro grupos en el plazo de un año. ¡Pero hemos tenido que esperar 25!
CCOO lleva defendiendo esta reclasificación históricamente, pero, unas veces por falta de apoyo y otras porque los acontecimientos se imponían y hacían urgentes situaciones que exigían priorizar una solución (sustituciones, estabilización, COVID, etc.), esta reclamación quedaba postergada. O tampoco había una Gerencia dispuesta a escucharnos y ver los aspectos positivos de nuestra propuesta.
Este nuevo equipo Rectoral trae como lema la modernización de la ULL y desde CCOO entendemos que uno de los primeros pasos de esa modernización es eliminar los grupos G5 y empezar a proyectar una plantilla del PTGAS laboral cualificada, adaptada a las necesidades de la institución y cuya estructura futura tenga como punto de partida, como base, los grupos G3. Es indudable que el futuro del servicio universitario exige una mayor cualificación y especialización, en las tareas, en los trabajos y en el personal que lo respalda. Lejos, muy lejos, a décadas de distancia queda la época de un personal de administración y servicios laboral con siete grupos.
Ahora el debate se abre con el «cómo» hacerlo y es, en este punto, en el que CCOO insiste que debe hacerse del mismo modo que se hizo cuando los grupos G6 desaparecieron convirtiéndose en G5 (y antes los grupos G7 para pasar al G6) o los grupos G5 de los Colegios Mayores y Residencia Universitaria Parque de las Islas pasaron al grupo G4 como recepcionistas.
CCOO lleva defendiendo esta reclasificación históricamente, pero, unas veces por falta de apoyo y otras porque los acontecimientos se imponían y hacían urgentes situaciones que exigían priorizar una solución (sustituciones, estabilización, COVID, etc.), esta reclamación quedaba postergada. O tampoco había una Gerencia dispuesta a escucharnos y ver los aspectos positivos de nuestra propuesta.
Este nuevo equipo Rectoral trae como lema la modernización de la ULL y desde CCOO entendemos que uno de los primeros pasos de esa modernización es eliminar los grupos G5 y empezar a proyectar una plantilla del PTGAS laboral cualificada, adaptada a las necesidades de la institución y cuya estructura futura tenga como punto de partida, como base, los grupos G3. Es indudable que el futuro del servicio universitario exige una mayor cualificación y especialización, en las tareas, en los trabajos y en el personal que lo respalda. Lejos, muy lejos, a décadas de distancia queda la época de un personal de administración y servicios laboral con siete grupos.
Ahora el debate se abre con el «cómo» hacerlo y es, en este punto, en el que CCOO insiste que debe hacerse del mismo modo que se hizo cuando los grupos G6 desaparecieron convirtiéndose en G5 (y antes los grupos G7 para pasar al G6) o los grupos G5 de los Colegios Mayores y Residencia Universitaria Parque de las Islas pasaron al grupo G4 como recepcionistas.
- Descarga el documento con nuestra propuesta haciendo clic sobre el enlace:
- Propuesta de reclasificación del grupo G5 al G4 (8 páginas PDF)
En estos momentos nuestro sindicato está solo en esta defensa, pero es la que seguiremos proponiendo, por coherencia con lo que se ha hecho anteriormente y porque establecer pruebas o méritos solo significa añadir dificultades, retrasar el proceso innecesariamente y, en el caso de que alguien no lo supere, nos obligaría a seguir manteniendo el grupo G5 con sus funciones diferenciadas del G4 y, por lo tanto, perpetuar los problemas y limitaciones que ahora se quieren solucionar.
Se ha creado una comisión de trabajo sobre este proceso y CCOO participa. Pero será imprescindible conseguir el apoyo de la plantilla si queremos una reclasificación rápida y sencilla. Porque, a veces, son algunos de «los nuestros» quienes parecen poner dificultades a las mejoras del colectivo.

