La Junta de PAS funcionario de la ULPGC también sufre el desgaste

La Junta de PAS funcionario de la ULPGC ha logrado reorganizar su funcionamiento tras el desgaste sufrido en los dos últimos años

Blog de CCOO-ULPGC

Durante la última reunión de la Junta de PAS funcionario de la ULPGC se debatió cómo afrontar la situación creada tras la dimisión del presidente y del secretario, especialmente cuando otros representantes sindicales anunciaron que no asumirían ningún cargo de responsabilidad y, además, presentaron la renuncia de toda su candidatura. Algo que ha sido provocado por el fuerte desgaste sufrido durante los dos últimos años de recortes y en los que nuestros/as compañeros/as de la ULPGC no han sabido desarrollar una actividad unitaria.

En esta situación era evidente que ningún sindicato podía asumir en solitario las tareas de representación unitaria del PAS funcionario, así que únicamente quedaban dos opciones: convocar nuevas elecciones o recuperar un nuevo entorno de unidad y cooperación.

La primera alternativa seria la lógica en el caso de los partidos políticos o representación institucional, ya que se trata de gobernar y gestionar un organismo. Pero es evidente que esa fórmula no coincide con la realidad de los sistemas de representación de los trabajadores y las trabajadoras: nosotros no gobernamos nada y gestionar, solo gestionamos las propuestas de nuestro colectivo y la respuesta o resistencia frente a los recortes. De forma que unas nuevas elecciones cuando hace tan poco tiempo de las anteriores y,sobre todo, en un momento clave por la continuidad y ampliación de los recortes en las universidades seria la peor de las decisiones. En este sentido recomendamos leer las últimas previsiones de CCOO para las universidades públicas [clic aqui BLOG].

Por suerte esta misma reflexión ha sido compartida por la mayor parte de la representación del PAS funcionario de la ULPGC, de forma que se ha logrado un acuerdo basado en la cooperación y la participación que permita afrontar estos difíciles momentos de forma unitaria. Algo que se debería haber hecho hace dos años, en los peores momentos de los recortes, pero nunca es tarde para rectificar.

Desde CCOO somos conscientes de que todos no pensamos igual y que cada organización tiene alternativas diferentes para muchas cuestiones, pero compartimos lo esencial en este momento: la necesidad de reforzar nuestra resistencia para frenar los recortes o, al menos, suavizarlos cuando las universidades quieran aplicarlos.

Y en esta tarea es fundamental recuperar el apoyo del colectivo del PAS funcionario, escuchar sus propuestas y prioridades, así como coordinarse con el resto de las empleadas y empleados  públicos en lo que se refiere a los recortes globales o con las demás universidades frente a los nuevos ataques que se preparan contra nuestras instituciones. Tal como están haciendo en este momento CSIF, UGT y CCOO para exigir al ministro Montoro la convocatoria de la Mesa General de negociación para abordar las retribuciones del 2015, la devolución del resto de la Paga extra suprimida en 2012  y la congelación de las plantillas [clic aquí WEB].  

Frente al fácil recurso del rumor de pasillo o la crítica destructiva, CCOO ha propuesto a los/as compañeros y compañeras del personal de administración y servicios de la ULPGC redoblar las propuestas y/o críticas en positivo. Ahora no necesitan que les digan lo que han hecho mal. Necesitan, en cambio, saber las prioridades y los problemas reales de la gente que representan. Necesitan escucharlo y debatirlo para saber asumirlo   unitariamente y ser capaces de defenderlo ante su universidad.

El primer ejemplo de trabajo unitario es el acuerdo de la Junta para que todos sus representantes cooperen asumiendo responsabilidades. CCOO ha aceptando la secretaría dentro de ese acuerdo unitario, sabiendo que el puesto es ingrato y de mucho trabajo. Pero también es la realidad del resto de la responsabilidades que han sido asumidas por el resto de los integrantes de la Junta de PAS funcionario de la ULPGC.

Cuando hay financiación adicional de la Consejería resulta satisfactorio debatir donde gastar ese dinero, difícil pero satisfactorio. Decidir que plazas nuevas crear, en que Servicios dotar nuevas de promoción o a que puestos hay que incrementar el complemento de destino o el específico puede ser complicado, pero deja un cierto sentimiento de satisfacción por el trabajo en positivo.

En cambio, estudiar cómo oponerse a una posible externalización o privatización, cómo sacar convocatorias de promoción interna en un marco de restricciones jurídicas y económicas o reducir el impacto negativo de los recortes no resulta tan fácil ni gratificante. Algo que conocemos, también, muy bien en la Universidad de La Laguna, por eso insistimos en la necesidad de aumentar el apoyo de todo el colectivo del personal de administración y servicios funcionario a sus representantes.