La aprobación registró 30 votos a favor, 2 abstenciones y 6 en contra: cinco Decanos y la representante de los Institutos Universitarios [ver más información sobre éste voto al final de la noticia]. Todos/as los/as representantes del personal de administración y servicios votaron a favor cumpliendo el mandato de la asamblea de personal funcionario celebrada el pasado 13 de diciembre que acordó dar su conformidad a la RPT negociada entre la Junta y el Gerente. Algo que señalaron ante el propio Consejo de Gobierno durante sus intervenciones, Lola Marrero como presidenta de la Junta de PAS funcionario y Alberto Marín como representante de CCOO.
Como es preceptivo de acuerdo con el artículo 65.4 de los Estatutos de la ULL, la RPT estaba acompañada por el Catalogo de puestos de trabajo, también negociado entre la Gerencia y la Junta de PAS funcionario.
El Gerente informó sobre dos modificaciones que se habían tenido que realizar a última hora a propuesta de la Asesoría Jurídica para adecuar la RPT y el Catálogo de puestos de trabajo a la normativa, y por lo tanto modificaba necesariamente el acuerdo alcanzado con la Junta de PAS funcionario por lo que ya se había informado previamente a sus representantes:
- Finalmente el Servicio de Publicaciones no se integra en la Biblioteca Universitaria como estaba previsto porque los Estatutos le otorgan una consideración particular que obligaría a modificar reglamentos y otras disposiciones antes de acometer esa integración.
- También se cambió la dependencia de la Interventora, pasando al Consejo Social ya que la nueva legislación impide que pueda depender del Gerente, puesto que éste también esta sometido a su labor de intervención.
Por otra parte el representante de CCOO, durante su intervención, quiso resaltar la "magnitud" de esta reforma, en la que se modifica casi la cuarta parte de la plantilla y que obligará al traslado forzoso de más del 10 % del personal funcionario. "Ningún colectivo laboral de la ULL, ni profesores ni PAS laboral, ha sufrido nunca una reorganización tan drástica", dijo Alberto Marín en su intervención, quien se dirigió especialmente a los/as profesores/as que forman parte del Consejo de Gobierno para ponerles un ejemplo equivalente: "Lo que estamos aprobando para el PAS funcionario sería como si obligásemos a 160 profesores para que cambiasen de Área y tuvieran que comenzar a impartir docencia en materias nuevas que nunca antes hubieran desarrollado", recordándoles que en el Consejo de Gobierno solamente se han aprobado cambios de Área para profesorado de forma puntual y siempre voluntariamente y a petición expresa de los/as propios/as afectados/as.
Alberto Marín también recordó que ésta era la segunda ocasión en la que el PAS funcionario se sometía a una reorganización de esta importancia, ya que en 1987 tuvimos una similar aunque en aquella ocasión se contó con financiación externa que suavizó el efecto negativo de los traslados forzosos al permitir un volumen importante de promoción interna. Algo que en esta ocasión no sucede, ya que ahora se ha tenido que afrontar la reforma de la RPT "a coste cero", por lo que las plazas de promoción serán en menor número y a costa de haber suprimido 6 puestos base de Administrativo.
Y sin embargo, tanto el representante de CCOO como la presidenta de la Junta de PAS funcionario, Lola Marrero, explicaron que los/as trabajadores/as habían mostrado su acuerdo con la reforma: no porque les pareciera la más adecuada, sino porque era la única posible en la situación actual de recortes y restricciones presupuestarias para poder afrontar una serie de nuevas tareas y funciones que la ULL debe prestar al alumnado y a la Investigación.
Las contradicciones de los que votaron en contra
En ambos casos dijeron que votarían en contra porque no se les había tenido en cuenta durante la negociación y porque no satisfacía sus peticiones de apoyo administrativo para Centros e Institutos Universitarios.
El propio Rector les contestó dejando en evidencia que sí les había informado sobre la marcha de las negociaciones y de que había atendido algunas de sus peticiones pero que era imposible que pudieran participar en la negociación porque ésta estaba regulada legalmente y no lo permitía, además de recordar que durante el proceso de las fusiones dejó claro que la primera fase era "académica" y solamente se contó con los/as Decanos/as y la segunda vinculada a la RPT solamente se podía desarrollar a través de la negociación entre el Gerente y la Junta de PAS funcionario, tal y como se ha hecho.
La presidenta de la Junta y el representante de CCOO (Lola Marrero y Alberto Marín) también les respondieron, y éste último además les recordó que cuando el Consejo de Gobierno decidió sobre las fusiones, él votó en contra de dichas fusiones porque sabía que provocarían problemas y no eran la alternativa adecuada, mientras que los representantes de los Decanos en el Consejo de Gobierno fueron los artífices de esa fusiones, así que resulta contradictorio que una vez que se ponen en marcha pretendan cambiar algunos de sus efectos.
Es evidente que tenían que habernos escuchado al principio, tal y como se les pidió, en lugar de lamentarse ahora e intentar interferir el marco normal y legal del proceso de negociación de la RPT. Particularmente significativo es que el Decano de Farmacia denominase como "Secretaría de Farmacia" la futura unidad administrativa que existirá en esa Titulación cuando es evidente que esa unidad es una simple oficina delegada porque la Secretaría será la de la futura nueva Facultad formada por Enfermería-Medicina-Psicología-Farmacia, tal y como este mismo Decano había promovido, apoyado y defendido durante el proceso de fusión. Circunstancia que los representantes del PAS nunca entendimos por lo absurdo que resulta fusionar dos centros tan alejados físicamente y que ocasionarán importantes problemas y desajustes durante su funcionamiento.
El nivel de contradicción fue de tal importancia que la representante de los Institutos Universitarios, que también se quejó de no haber podido participar en la negociación, reclamó más medios para la Investigación y particularmente para los Institutos de Investigación de la ULL. Tal vez, en lugar de votar en contra de la RPT, debería haber intentado convencer a los/as Decanos/as para que le cedieran las plazas de administrativos de apoyo que éstos han impuesto: 10 puestos de trabajo que la Junta de PAS funcionario siempre ha considerado innecesarios y que podían haberse destinado a la unidad de apoyo a proyectos de investigación y a los Institutos Universitarios.