"El Plan presentado por Zapatero merece nuestro rechazo más absoluto. No compartimos ni las medidas ni la orientación", ha manifestado Toxo, quien las ha definido como "injustas y antieconómicas". "El Gobierno, posiblemente, presionado por la Unión Europea, y ésta por los mercados, impone nuevos sacrificios a la población con unas medidas de ajuste que transfieren la carga de la crisis a la mayoría de la ciudadanía y que además van a deteriorar aún más la situación económica y provocar más paro" con lo que "se va a acentuar lo que se dice querer resolver", añadió.
Asimismo, Toxo ha acusado al Gobierno y a la Unión Europea de "plegarse a las exigencias de los sectores que provocaron la crisis y que ahora marcan el camino de salida", al repartir los esfuerzos de manera muy desequilibrada, no afecta a las grandes fortunas ni ataca el fraude fiscal, mientras castiga a los sectores más débiles: parados, empleados públicos, pensionistas y personas dependientes.
Al respecto, Toxo afirmó que no se puede pedir más esfuerzos a los trabajadores de las administraciones públicas, a los que se pretende rebajar el salario un 5% este año y congelar al siguiente, cuando en muchos casos tienen contratos temporales y salarios bajos, que no alcanzan los 1.000e mensuales.
El secretario general de CCOO ha explicado también que las medidas descansan exclusivamente sobre el gasto, pero no se dice nada de mejorar los ingresos de las Administraciones Públicas ni de adoptar una fiscalidad progresiva para que las rentas tributen de forma equilibrada y justa.
En opinión de Toxo, el Plan de Zapatero va a afectar al Diálogo Social tripartito, justo cuando el acuerdo estaba al alcance de los negociadores. Tras constatar que las medidas anunciadas van a dificultar la negociación, avisó que supone un "punto de inflexión" en la relación entre los sindicatos y el Gobierno.
¡ÚLTIMA HORA! HUELGA GENERAL EN LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS PARA EL 2 DE JUNIO
UGT y CCOO han decidido convocar una Huelga General en las Administraciones Públicas para el próximo día 2 de junio.
Estimados compañeros,
ResponderEliminarDuele que un presunto gobierno de izquierdas haga lo que todos nos temeríamos que ocurriría si gobernase un partido de derechas ortodoxo. La solución del gobierno es injusta y estúpida. Llevan gobernando desde el 2004 y ni siquiera se han planteado una reforma de los servicios públicos en profundidad. Estamos asistiendo al error de bulto de hablar de tijeretazo a los funcionarios (yo lo soy), cuando en realidad deberían hablar de empleados públicos, y en este amplio abanico de situaciones laborales deberían transparentarse y discriminar a la innumerable legión de asesores y cargos de libre designación que cobran de la misma caja común del capítulo 1, de un disparatado rosario de administraciones públicas (ayuntamientos, cabildos/diputaciones, gobiernos autónomos, etc.). Existen duplicidades de competencias innecesarias y una pésima gestión de los recursos humanos en empresas y administraciones públicas. El gasto farmaceútico y sanitario crece sin parar y nadie se atreve a hablar de copago o racionalización eficiente, es mucho más fácil que con nuestro 5% se paguen los excesos de un estado de bienestar y una estructura del estado ineficaz y cara que requiere una revisión profunda y urgente.
Soy funcionario, me merezco exactamente lo que me pagan, y una rebaja del 5% sin negociar es absolutamente inaceptable. En el mundo del trabajo a ningún trabajador le rebajan un 5% sus retribuciones sin una negociación y una justificación argumentada por parte de la empresa de los motivos del recorte. A los funcionarios por lo visto no nos pagan, nos dan una limosna a cambio de un trabajo estable, sin capacidad de negociación alguna. Esto es intolerable, y no debemos perder de vista un hecho que a nadie debe asustar: una huelga masiva de la función pública termina con un gobierno en menos de 72 horas. ¿Se imaginan 72 horas sin colegios, sin urgencias en hospitales, sin medicina de atención primaria, sin juzgados, sin servicios de basura...?. Si hay alguien importante e insustituible en el funcionamiento de un estado, somos nosotros, los empleados públicos; sin nosotros, es el caos.
Podemos y debemos negociar una rebaja del 5%; la rebaja puede ser negociable partiendo de una premisa: que nuestro trabajo vale exactamente lo que nos pagan, y si nis reducen el sueldo una veinteava parte, que nos reduzcan la carga de trabajo en la misma proporción; negociemos que hasta que no nos restituyan el poder adquisitivo trabajemos 19 de cada 20 días laborables, y que el día no retribuido lo podamos utilizar como día de asusntos propios o vacaciones acumuladas. Si el estado no puede pagar el 100% de mis horas de trabajo, que pague el 95%, y que asuma la responsabilidad política de mantener el mismo nivel de eficiencia en la función pública y en los servicios fundamentales (sanidad, educación, justicia, seguridad), con un 5% menos de horas de trabajo de sus trabajadores. Esta es nuestra muestra de solidaridad con la crisis, renunciar a trabajar un 5% menos, hasta que el estado pueda asumir de nuevo el 100%. Las huelgas generales, si no se mantienen hasta el final, o si no se tiene la seguridad de conseguir los objetivos, deben ser sustituidas por una negociación inteligente. Este debe ser nuestro órdago: nos reducen el 5% de sueldo y de días de trabajo al año. En esta crisis, esta es la solución que han hecho muchas empresas privadas con la bendición y el apoyo económico de las administraciones, trabajar menos días al año y cobrar sólo los días trabajados: nosotros también. Mi hora de trabajo no disminuye su valor por una coyuntura económica que lo única que demuestra es la fragilidad y las miserias de esta sociedad de mercado con pies de barro.
Lo propongo al sindicato: negociamos la disminución de un 5% de las retribuciones a cambio de una disminución del 5% en los días de trabajo. O esto, o huelga salvaje hasta que caiga el gobierno; no creo que cualquier otro nos tratase peor.
Salud,
Aldo González Brito
Hola Aldo,
ResponderEliminarcomparto totalmente tus impresiones y me uno a tu propuesta de reducción del horario de trabajo.
En la práctica se trataría de aplicar lo que se denomina el "ERE alemán": reducción de sueldos con reducción de jornada de trabajo, aunque allí se aplica como alternativa para evitar los despidos en las empresas en crisis.
En cualquier caso debemos apoyar las movilizaciones que se convoquen (¡ya se ha hecho público que habrá huelga el 2 de junio!) para intentar minimizar las medidas de Zapatero y esa misma convocatoria nos puede servir para exigir medidas "compensatorias" a la bajada de salario, como tu propuesta de reducción de jornada.
Saludos,
Alberto Marin
Hola Alberto,
ResponderEliminarERE Alemán pero con un matiz; no sería una reducción de jornada laboral, sino que de cada 20 días se trabajan 19 a jornada completa, y queda uno libre para el trabajador; te lo comento porque en un centro de salud, rápidamente te siguen colocando los 40 pacientes/día, para que los veas aunque estés 24 minutos menos al día de consulta (el equivalente al 5%); le dedicas entonces un minuto menos a cada uno y le sigues solucionando el problema al papá estado, a costa de más estrés y más responsabilidad para el profesional. La propuesta es mucho más sibilina (palmera, por mis raices culturales), trabajo 19 de cada 20 días, y el día libre me doy un homenaje personal y me lo regalo a mi, a mi familia y a mis amigos.
Salud,
Aldo
Una reflexión sobre la convocatoria de huelga del día 19 y los disparatados correos que llegan desde la Junta de Personal: ¿Creen que con la que nos está cayendo a todos los empleados públicos está justificado el paro en la ULL el 19?. En mi opinión NO, se ha quedado fuera de contexto, y hay que priorizar el mantenimiento del poder adquisitivo actual a toda costa, y no pretender un mayor gasto público con las reivindicaciones del paro del 19 de mayo (las prejubilaciones y la consolidación de los complementos sin evaluación alguna), y además, hacer otra huelga para que no nos reduzcan el 5% el día 2 de junio. Debemos replantearnos el orden de prioridades y establecer un mecanismo de racionalización del gasto en capítulo 1 de la ULL. Si hay recortes, se puede y debe hacer con inteligencia, manteniendo la calidad del sistema público y reequilibrando los recursos humanos entre los distintos Departamentos y áreas de conocimiento, y entre los diferentes servicios y estamentos del PAS. El recorte no será transitorio, y debemos priorizar, porque no podemos permitir que los disparates y la negligencia de los que dirigen el sistema salgan de los bolsillos de quienes trabajamos y mantenemos un compromiso activo con la calidad del servicio público universitario. Las reformas son inaplazables, y no se puede seguir creyendo que el estado debe inyectar cada vez más dinero (indefinidamente) en la Universidad con la falsa y estúpida creencia de que es un derecho. Los derechos sin financiación no funcionan, y no hay dinero ni lo va a haber en el futuro. A pensar, compañeros.
ResponderEliminarEmocionalmente estoy de acuerdo con ustedes en la propuesta de negociar reducción de jornada junto a la reducción de sueldo, pero creo que es poco realista, al menos en el caso del PAS de la ULL. Con los efectivos de PAS actuales y a jornada completa, no es posible asumir todo el trabajo generado, por eso tenemos contratos-basura de la Fundación para cubrir la gestión de la investigación y de la calidad, además de los becarios...
ResponderEliminarLa precariedad de la plantilla del PAS es notoria y esta reconocida por la propia Universidad y por la Consejería. Por eso tu argumentación es razonable.
ResponderEliminarPero es evidente que ante una imposición de rebaja salarial tenemos que ser "creativos" y buscar contrapartidas.
Aceptar sin mas es sentar las bases de futuras agresiones a nuestros derechos, por eso tenemos que movilizarnos y, a través de nuestra protesta, minimizar las medidas de Zapatero.
Por ejemplo, en PAS funcionario se podría ver la viabilidad de eliminar la "jornada especial". Bien a través de una negociación o por medio del boicot a la misma.
En el resto de los colectivos se trataría de buscar mecanismos similares para compensar la bajada de salarios. Todo menos quedarnos quietos o aceptar sumisos esta imposición.