[Rueda de prensa de CCOO] |
Si sumamos las Ofertas de Empleo Público ridículas de 2012-2014 y la tasa de reposición del 50% en 2015 solo para personal investigador, tenemos un resultado desolador: la condena a la precariedad permanente o al exilio interior o exterior de la generación de jóvenes científicos y técnicos mejor formada de la historia de España. Sobre todo si tenemos en cuenta que la mayor parte (en algunos casos la totalidad) de esa Tasa de Reposición del 50% va a ser utilizada necesariamente para estabilizaciones y/o promociones, por lo que no supondrá ningún incremento en la contratación de nuevo personal.
Un ejemplo de esta situación será la Universidad de La Laguna (ULL), donde la aplicación de la nueva Tasa de Reposición del 50% podrá suponer entre 18 y 25 nuevas contrataciones "teóricas", ya que 5 deberán ser utilizadas para estabilizar a Profesores Ayudantes Doctor que terminan su contrato en 2015, otras 5 para también estabilizar contratos Ramón y Cajal y el resto para promociones de Profesores Contratados Doctor a Titular de Universidad (TU) y Profesores TU a Catedráticos, que no han podido realizarse en los últimos años como consecuencia de los recortes. La situación para las nuevas incorporaciones es realmente dramática porque la ULL solamente ha convocado 9 plazas nuevas de Ayudantes Doctor con perfil investigador para el nuevo curso académico cuando en realidad se podrían haber puesto en marcha más del doble [ver la noticia en el BLOG].
Por eso es urgente reactivar y aumentar de forma sustancial los programas de acceso a la investigación en todos los niveles: contratos de formación de personal investigador, de doctores, de técnicos y de especialistas. No solo los programas de la SEIDI sino todos los programas de los distintos OPIs y universidades: programas JAE del CSIC, becas y contratos del CIEMAT, INIA, IEO, Universidades, etc. Es necesario pensar en cómo estabilizar a una parte importante del personal formado para recapitalizar a los centros de I+D con el capital humano que seguimos perdiendo de forma irreparable.
Desde la SEIDI se propone premiar la excelencia con contratos menguantes que se convocan tarde, mal y nunca. Si la edad media de los trabajadores de OPIs supera los 50 años (en el caso de la ULL los 57) y creciendo, nadie sabe de qué excelencia hablan cuando acuden a ella como coartada para justificar recortes. Porque está claro que la excelencia es el resultado de políticas estables de financiación en recursos económicos y humanos. Es el resultado del tiempo, del trabajo y el esfuerzo continuados en la construcción de grupos de investigación fuertes, con personal cualificado, con empleo digno y estable. Nuestros vecinos alemanes, franceses o norteamericanos lo demuestran aumentando las dotaciones de I+D aún en medio de grandes crisis.
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